Y,
es que, justamente, en el tema de los productores, está el punto
clave ya que, todo parece indicar que Warner Bros y Jackson han
estado discutiendo en si es mejor convertir la segunda película en
una versión extendida o dividirla, incluso, en dos cintas
diferentes. "¿Qué
forma terminará tomando eso? Las discusiones están todavía
empezando así que, en realidad, no hay nada que comunicar salvo que
hay otras partes de la historia que nos gustaría contar que todavía
no hemos sido capaces de contar", ha apuntado el propio Jackson.
Y,
es que, como buen seguidor de la obra de Tolkien, la idea de Jackson
es dar luz a una historia coherente, desde el principio, hasta el
final, con una serie de películas que puedan encajar como si
estuviéramos ante las piezas de un puzzle, de tal manera que si
"algún
lunático chiflado quisiera verlas todas seguidas exista
una coherencia,
un criterio uniforme” Gracias al material extra, el director ha
logrado convertir a El Hobbit, en una cinta que es mucho más oscura
y sería, de a que hubieran logrado, basándose en la novela. "No
quiero hacer un cuento infantil que lleva a El
Señor de los Anillos,
así que estamos buscando el equilibro",
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