lunes, 20 de febrero de 2012

Meryl Streep: una excepción en Hollywood (II)


A lo largo de su carrera, Meryl Streep ha tenido que aprender muchas cosas, como puede ser tocar el violín -Música del corazón-, ha tenido que cantar -Mamma mia!-; se ha tenido que reír de sí misma -La muerte os sienta tan bien- y ha llegado a aprender nuevos acentos -el danés, en Memorias de África; el acento australiano, en Un grito en la oscuridad-; pero, sin olvidarse de algo muy importante, para ella: su vida familiar. "Intento llevar una vida lo más normal posible. Plancharte la ropa te ayuda a tener los pies en la tierra". Está casada con Don Gummer, desde el año 1978, con el que ha tenido cuatro hijos -todos nacidos, por parto natural en casa-. Su primer hijo, Henry, nació el mismo año en el que ganó su primer Oscar; su primera hija, Mary Willa, mientras interpretaba uno de sus papeles más aplaudidos, el de Margaret Silkwood. Su tercera hija, Grace Jane, nació tras el estreno de Memorias de África y la pequeña, Louisa Jacobson, llegó cuando llegó a los cines Postales desde el filo. Meryl Streep es una excepción de la regla de Hollywood, donde se suele jubilar muy pronto a las mujeres que se ven obligadas a retrasar su maternidad -incluso, en ocasiones, eligen no tener hijos-. Pero, ella no cumple con nada de ello: "Mi familia es realmente lo primero. Siempre lo ha sido y siempre lo será". Un dato curioso es que le tiene terror a subirse a un helicóptero, a pesar de todo lo que ha hecho en su vida.
Foto: fuente

No hay comentarios:

Publicar un comentario